MΛЯKO DICE QUE… La semana del diecisiete de mayo un grupo de suboficiales retirados de las fuerzas militares de Colombia, adelantaron marchas y protestas por el continuo incumplimiento en el pago de primas y mesadas aprobadas por el senado colombiano. Los ex militares exigían lo que por ley debieron recibir sin recurrir a estos extremos.
Tristemente sus reclamos se apagaron para el común de los ciudadanos, ahogados por el poco apoyo que recibieron por parte de a quienes otrora defendieron, ignorados por sus compatriotas, tristemente después de defender los derechos que siempre se consideran un echo, son echados a su suerte por todo un país.
Esta “entrada” la realizo a raíz de la publicación de un columnista de la revista Semana, quien da a conocer un comunicado escrito por el Coronel(R) Bernardo Torres Dávila, participante de las marchas, donde muestra la forma como se vieron abocados a enfrentar a miembros de la fuerza pública, a ser detenidos y sus reclamaciones acalladas.
MΛЯKO ACLARA QUE: Las opiniones presentadas en el siguiente comunicado son responsabilidad de su autor y no comprometen las opiniones ni pensamientos del redactor de este blog. Son presentados en este espacio por considerarlos valiosos para la ilustración del tema ya que provienen de un testigo de los hechos.
“ATROPELLO CONTRA SUBOFICIALES Y OFICIALES RETIRADOS
Los militares en retiro, que estaban protestando por el engaño a que hemos sido sometidos por cuenta del reajuste salarial, fueron golpeados y conducidos a tanquetas de la policía, en un descomunal operativo del ESMAD.
Para su conocimiento, hoy se tuvo la respuesta que durante 8 años el embaucador presidente Uribe mantuvo con engaños a la reserva de la Fuerza Pública: la negación al reconocimiento del justo reclamo en la nivelación de los sueldos, el IPC, la ley 4ª de 1992, justas peticiones de fieles servidores que entregaron lo mejor de sus vidas, de tantos heridos y mutilados, de tantas viudas y huérfanos, que hoy sufren lo indebido para que el presidente permaneciera con su gran aureola de victoria a costa del sacrificio de tantos hombres, mujeres y niños. Que tristeza, dolor, rabia e impotencia se siente ante el poderoso que engaña, defrauda e ilusiona como cualquier encantador de serpientes, para en el menor descuido, clavar su colmillo para matar las ilusiones de quienes esperaban de quien fuera de pronto su caudillo, el reconocimiento a sus justas reclamaciones.
Hoy de nuevo acompañando al mediano grupo que durante 4 días viene en su quijotesca jornada protestando y reclamando por los derechos de la Fuerza Pública tanto en actividad como en retiro, de nuevo se mira con que indiferencia, apatía e indolencia, el llamado a acompañarlos ha sido inútil. Allí siempre vi las mismas caras. Caras arrugadas de muchos por el paso inexorable del tiempo, por los días de angustia, vigilia y falta del sueño esperando el ataque artero del enemigo, todo para evitar el daño a una población civil que mientras duerme, está en la parranda, disfruta de sus vacaciones y su familia, mira con desdén y desprecio a quienes permiten su vida placentera. Hoy quizás, nos preguntamos si en realidad todo ese sacrificio valió la pena, creo que no.
De nuevo brilló allí por su ausencia los que piden en reuniones la devolución del Círculo de Suboficiales, los que reclaman por la reivindicación de su salario. No vi allí los familiares que hemos acompañado en su reclamación por la aplicación de una justicia amañada, parcializada e infiltrada. Como siempre, los enigmáticos Oficiales Superiores que cada rato firman artículos injuriosos, brillaron por su ausencia total. Claro que no asisten porque están comprometidos con los políticos de turno y han vendido sus conciencias por tantos años, lo cual ha permitido que siempre el poder político nos mire como servidores, no públicos sino incondicionales a sus pretensiones.
Hoy, 21 de mayo, con gran expectativa, el Capitán Fierro asistió a la reunión programada por el Presidente Uribe para tratar la problemática salarial, resultado: la negación y dilatación una vez mas de este personaje que no sabe lo que es la lealtad. Claro que ningún político en su agenda contempla esta sagrada palabra. El político es sucio, sagaz y como ave de rapiña, sabe donde enterrar su afiladas garras. Con gran expectativa e ilusión se esperaba una buena noticia. Pero como un baldado de agua, la espada de Damocles cercenó de un solo tajo ese anhelo. No se imaginan ver la cara de tristeza de tantos abuelos, padres y madres. Ver mas de una lágrima ante la incomprensión de un gobierno que pagó a los maestros lo que pidieron, que compró conciencias, al Congreso adulándolos con un aumento del 45% para su aprobación del referendo reeleccionista, pero para quienes lo mantuvieron en la gloria y son los artífices de la seguridad democrática, como a pordioseros les lanzó una limosna del 2% en el aumento de su sueldo, así le paga el diablo a quien bien le sirve.
Pero vendría la peor canallada, injusticia, atropello y como bien lo sabe hacer un buen político de la talla de Uribe Vélez y su maléfico Ministro de Defensa, la retaliación, la puñalada trapera por habernos atrevido a exigirle la palabra que empeño hace 8 años: esperó la oscuridad, la negra y fría noche para lanzar como hordas salvajes a la policía antimotines contra un reducido grupo de personas de la tercera edad que con el capitán Fierro acompañaban a las personas que allí estaban en huelga de hambre. A bolillo, garrote y patadas, estos valientes y aguerridos defensores del imperio arrasaron con todo y con gran orgullo a empujones condujeron a sus tanquetas y carros antimotines a mas de 25 personas, para ser llevadas detenidas.
Personas laceradas por los años, a abuelos y ancianos que por tantos años entregaron lo mejor de sus vidas, dejaron sus familias y padecieron lo indecible para el bien de la nación. Hoy esa patria que juramos defender, creo llora por todos los que en la tercera edad, hoy representan para el imperio de Uribe Vélez, una amenaza. Solo de cobardes es este atropello. Comento esto, pues casi me toca enfrentarme a esta situación, pues con el Mayor Jaime Peña y el Sargento Primero James Montoya, nos dirigíamos a las 10:00 P:M. a llevarles al grupo, una comida, baterías y otros elementos que nos habían pedido.
Señor Uribe: Ud. tiene familia como todos la tenemos. Lo que pasa es que Ud. nada en la opulencia, mientras que la mayoría en la Fuerza Pública, hoy con la miseria que ganan, arañan ese sueldo para sacar adelante su familia. Que equivocado estuve al haber votado por UD. Ojalá, Dios en su infinita misericordia, mañana no le cobre su traición, su cobardía y deslealtad.
Lo que hoy ha sucedido, es el preámbulo a lo que nos sucederá en el futuro y mas con el candidato de Uribe, el oscuro exministro JUAN MANUEL SANTOS.. Solo con una verdadera unión y la conformación de un partido político propio, podremos quizás contener la avalancha, amenaza y deseo de acabar con el Ejército y demás instituciones para que el país pueda ser presa fácil de quienes pretenden hoy acabar con una verdadera democracia. Pareciera para el presidente, que la Fuerza Pública esta conformada por individuos con carácter desechable: si muchos mueren, no importa, mañana los reemplazamos por soldados de estrato uno y dos, quienes no tienen dolientes, según su criterio perverso.
Espero esta situación sirva de reflexión, experiencia y buen entendimiento. Dejemos el síndrome del avestruz y pensemos en el futuro de nuestras familias. De no hacerlo, mañana será tarde llorar sobre mojado.
Con pesar y desconcierto,
Coronel Bernardo Torres Dávila”
